Lo primero que tenés que saber es que este es un producto distinto a cualquier otro producto que haya vendido antes y también distinto a cualquier otro producto que vayas a encontrar en el mercado.

 

Se trata de una membresía de 6 meses para mujeres creadoras que quieren elevar su creatividad con el crochet como puntapié.

 

  • Pero Caro, membresías hay miles, para mujeres creadoras cientas y de crochet otras tantas. 
  • Sí, lo sé, pero las 3 cosas juntas no existe,  ¿cómo lo sé? Porque llevo 2 años con este proyecto en la cabeza, buscando y buscando sin encontrar nada similar en el mercado. Por eso, luego de investigar y pensarlo durante dos años, hoy se que te estoy ofreciendo algo que te va a ser de mucho, muchísimo valor. Si no fuera así, ni siquiera me molestaría en presentártelo.

Cuando te cuente el precio vas a pensar que es un producto mediocre, sin valor.

Pero nada más lejos de la realidad.

 

Claro, el valor lo verás, siempre y cuando, estés dispuesta a remangarte y ponerte a trabajar. 

Si te anotás, pero no hacés nada de lo que te voy a proponer, no va a pasar nada y eso también está bien, al fin y al cabo, es tu decisión llevar una vida aburrida y poco creativa.



Esta membresía tiene un nombre bien pensado, que expresa a la perfección lo que quiero que sientas al anotarte:

 

Antes de que sigas leyendo, tenés que entender que esto NO es un club de crocheteras. Esto es mucho más, o al menos, es muy distinto.

 

¿Pero vamos a crochetear? Claro que sí!, que para eso soy Nonalina!

Pero no es lo único que vamos a hacer. Porque vos y yo sabemos que el crochet es una puerta de entrada para explotar al máximo nuestra creatividad y eso es, justamente,  lo que vamos a hacer en el CLUB.



Si ya sabés que querés ser parte, podés irte al final de esta página, directo al botón de comprar y te salteás todo el resto de la historia.

no preciso que me cuentes más, ¡quiero sumarme YA!

Pero si sos de las que les gusta saber un poco más, seguime, que quiero contarte de dónde nace el CLUB DE CREADORAS

 

Es una historia larga.

Pero ya sabés lo que dicen: 

¨no hay historias largas sino historias aburridas¨ 

y yo te prometo que esta no es una de ellas. 

Esta historia se llama así:



5 GATITOS QUE ME AYUDARON A SUPERAR LA TIMIDEZ, UNA PROFE DE CANTO CON LA QUE CONOCÍ EL CIELO Y UN COACH QUE ME HIZO VER EL PAR DE OVARIOS QUE TENGO, LO CREATIVA QUE SOY Y LO TARADA QUE FUI


Mi nombre es Carolina Moro, cuando era niña mi mamá me leía cada noche el mismo cuento. No me acuerdo cómo se llamaba, pero era uno sobre 5 gatitos. 5 gatitos muy traviesos que le daban mucho trabajo a su mamá. Seguro lo leíste.

Cada noche, el mismo cuento de 5 ó 6 páginas.

No había cumplido 3 años cuando aprendí a recitar el cuento de memoria. Las 6 páginas, de principio a fin.

Era bastante impactante que a mi edad me lo hubiese aprendido todo, así que mi mamá, toda orgullosa, cada vez que íbamos a una reunión familiar, insistía con que lo recitara en público.

No había nada que me resultara más humillante y bloqueante que ese pedido.

 

Mi mamá no lo hacía por mal, pero seguro no era la mejor actitud con una niña super reservada, vergonzosa y tímida como yo solía ser.

 

Ya por esa época amaba cantar. Al parecer, me la pasaba cantando todo el día y, según dicen, tenía buen oído, porque entonaba mucho y desafinaba poco. 

Tendría 6 años la primera vez que un adulto me preguntó ¨y vos nena,  ¿qué querés ser cuando seas grande?¨

 

CANTANTE, le respondí.

 

En mi mundo de hoy, esa suma es muy clara: 1+1=2.

La nena tiene un don + la nena dice que quiere cantar = ¡mandémosla a aprender canto!

 

¿qué dirías vos?

 

Bueno, en mi casa no dijeron lo mismo.

Pasaron algunos años más y a los 13, en plena pubertad, me di cuenta de que ser tímida y reservada era, no sólo limitante, sino terriblemente aburrido.

 

No sé ni dónde había leído una frase que decía: EL MUNDO ES DE LOS AUDACES.

Pocas frases son tan vacías e infelices, pero, por algún motivo, en ese momento me la creí y me puse en acción.

 

Así que en un acto de valentía sin precedentes, me anoté en las clases de teatro que daban los sábados en mi colegio.

Me moría de miedo, pero yo sabía que si no atravesaba la incomodidad, jamás conocería el cielo de los atrevidos, y por ende, el mundo nunca sería mío.

 

Resulta que eso del teatro se me dio bastante bien. Hasta un premio me gané en un encuentro internacional de teatro liceal. Tomapavó

 

Por ahí andaba yo, presumiendo mi premio y arrastrando mi frustración por animarme a actuar pero no a cantar. 

 

Entonces tuve la segunda epifanía de mi vida: ¿y si me anotaba en clases de canto?

 

En mi casa me dieron el ok y durante unos meses la plata para pagar las clases, pero poca cosa más.

 

Y pasó lo esperable: ¨nena, ¿a qué te vas a dedicar? Todo lindo con esto del canto, ¿pero de qué pensás vivir?

 

Terminé el liceo con sobresaliente, hice la carrera de Comunicación Social y antes de terminar el segundo año ya tenía un trabajo aburrido en una agencia de publicidad. Todo según el plan.

 

Tenía 24 años cuando paré, por segunda vez en mi vida, a revisar lo que estaba haciendo, para darme cuenta de que seguía sintiendo el vacío creativo (la primera fue aquella a los 13, cuando me di cuenta de lo aburrido que era el miedo a exponerme)

 

Hice lo que todo joven de 24 años, con un buen trabajo pero que no gasta un peso porque aún vive con su madre, debe hacer: ahorré dinero y me fui a viajar.

 

Cuando se me acabó la plata volví, tan perdida como antes de irme. Llena de vida, llena de anécdotas y muchas historias para contar, pero con un lugar vacante ahí justo en el medio, entre las costillas, el corazón y el ombligo. Un lugar en el que, años después entendí, le encanta a mi cuerpo hacer un hueco para avisarme que tengo que seguir buscando. Que ese lugar vacío aún espera por ser llenado.

 

Dos años más tarde la conocí a Stephi, mi tercera y penúltima maestra de canto. Con ella conocí el canto lírico, jugué con las notas y escuché, por primera vez, mi propia voz.

 

A ver, a ver, a ver… mi voz la había escuchado cada día de los últimos 26 años, pero MI PROPIA VOZ es un concepto en sí mismo que va mucho más allá de escalas, tonos, corcheas y semifusas.

 

Me animé a jugar. Stephi me grababa y me obligaba a escucharme para mejorar. Me analicé. Presté mucha atención a mi dicción pero sobre todo, presté mucha atención a mi intención. La intención con la que interpretaba la música. Entendí que la música, como cualquier expresión creativa, nos trasciende. Somos sólo un medio para que esta se exprese, pero no un fin.

 

En las clases de Stephi tuve una de las experiencias más cercanas a lo celestial. Fue sublime y jamás la voy a olvidar.

 

Pero la vida se interpuso. Me mudé, cambié de trabajo, la inestabilidad económica, las nuevas rutinas y bla, bla, bla… el canto y yo otra vez nos distanciamos.

 

Lo que vino después ya forma parte de mi historia actual y la repito tanto que va a ser como el cuento de los 5 gatitos, ¡te la vas a terminar aprendiendo de memoria!

 

Fui mamá y otra vez apareció el hueco vacío.

De ese vacío nació Nonalina y una vez más, me incomodé para superar miedos. 

 

Me expuse… uff… esta vez sí que me expuse. Grabé videos  y los vieron más de 50 mil personas. Dí masterclasses para más de 250 personas en vivo. Di charlas presenciales. Le enseñé crochet a más de 1000 mujeres que compraron mis cursos online.

 

Con Nonalina me reencontré con el arte, con la creatividad y con mi voz.

 

Si en los primeros 33 años de mi vida había sido una persona creativa, en estos últimos 6 años me saqué un doctorado en creatividad.

 

No sólo la que ves en las redes, la de los tutoriales y talleres. No sólo para crear diseños y patrones adictivos y fáciles de hacer como los que nos encantan. No sólo cuando me siento a armar un programa para emprendedoras o un nuevo curso. No. Esa es la creatividad fácil, la que me sale sola.

 

Te estoy hablando de la creatividad aplicada al día a día: a resolver la cena, a darle una vuelta a esa conversación incómoda para al fin encararla, a pensar alternativas para ese trabajo que no termina de conformarte o a esa idea de negocio que no termina de nacer… se entiende la idea ¿no?

 

Esa creatividad que agiliza tu mente, la que te hace sentir más despierta y conectada. Parada en el presente y poderosa.

 

Acá es cuando entra el coach en la historia. Gracias a él logré admitirme a mi misma lo que ya sospechaba: soy altamente creativa.

¿Porque tomo clases de canto?

No

¿Porque vivo pensando en ideas diferentes para crear con mis manos y embellecer mi casa o a mi misma?

No

¿Porque cuando mi hijo me dice que quiere un globo terráqueo me siento con él a hacerlo en papel maché?

No

Soy altamente creativa porque logro unir los puntos.

Porque de 2 cosas aisladas y sin unión aparente, logro amalgamarlas y crear algo nuevo. Porque de algo que no parece tener forma, logro descubrir el objeto que encierra y le doy vida.

¿Acaso no es eso lo que hacemos las tejedoras?

 

Nada de esto hubiese pasado si no le daba vida a NONALINA. Si no atravesaba la incomodidad de exponerme, si no hubiese intentado, incansablemente, llenar el vacío. 

Nada de esto hubiese pasado si hace 10 años no me hubiese topado accidentalmente con el crochet, o si lo hubiese pasado por alto. Si no hubiese escuchado la voz que me pedía darle cada vez más lugar en mi vida y acercarlo como herramienta a miles de personas.

 

¿Cómo no voy a compartir contigo mi proceso creativo?

¿Cómo no voy a poner a tu servicio toda esta magia para que vos también puedas reconectar, reconocer y expandir tu creatividad?

 

A mi me llevó años, pero a vos te puede llevar sólo 6 meses.

 

Hoy podrás hacerlo en EL CLUB DE CREADORAS

 

Entonces, y para resumir:

¿Qué es el CLUB DE CREADORAS?

Es una comunidad de mujeres curiosas  que quieren elevar su creatividad con el crochet como hilo conductor. 

Un chutazo de motivación, inspiración y disfrute equivalente a ganarse una semana en las Maldivas con todo pago.

Sólo que no dura una semana, sino 6 meses y las herramientas las tenés contigo para toda la vida.

¿Va a durar para siempre?

No, el CLUB DE CREADORAS tiene una duración de 6 meses, de abril a septiembre de 2023.

¿Qué vamos a hacer?¿Qué es lo que pasa una vez que estoy dentro?

Durante los próximos 6 meses te voy a compartir 3 proyectos de crochet diseñados, tejidos y testeados en la calle por mi.

(Ni te molestes en buscar fotos más abajo porque no hay. Las creativas somos curiosas por naturaleza y yo quiero alimentar tu curiosidad sorprendiéndote)

Podés estar tranquila, son proyectos simples pero adictivos. Con esa vueltita de tuerca que los convierte en piezas útiles y llenas de onda, que te juro (ya lo vivi) se roban todas las miradas.

Un proyecto cada 2 meses.

En formato simple, un PDF que te podés descargar para seguir tejiendo en donde sea que vayas.

Con algunos videos, claro, pero cortitos, como para explicarte algo que me parezca complicado.

En los meses en que no se libera un proyecto de crochet te voy a hacer una  invitación diferente: juntarnos para hacer una dinámica de exploración creativa, invitar a alguien a que te enseñe alguna técnica nueva que podamos aprender todas en un zoom de 2 horas, o te voy a dar recursos de inspiración. Tengo mil ideas para esos meses. Más ideas que proyectos de crochet. Porque ya te dije, esto es más que sólo crochet.

Cuando me apunte, ¿recibo algo más?

Claro que sí, porque dar gratis no es mi estilo (ya sabemos que eso no ayuda a nadie), pero regalarle más a quienes ya confían en mi y me compran, me encanta.

 

Así que al sumarte al CLUB DE CREADORAS también vas a recibir:

 

  • Acceso a la comunidad privada del CLUB en Telegram, donde con mi equipo vamos a estar acompañándote durante los 6 meses. Ese será tu lugar de encuentro, el lugar donde despejar dudas y compartir con compañeras  que están en la misma búsqueda que vos.
  • Cupón de descuento del 15% para comprar hilados en la tienda online de Nonalina, que en algunos casos será acumulable con otras promociones vigentes y en otras no. Pero el 15% ya lo tenés asegurado.

En suma, las miembros del CLUB DE CREADORAS van a recibir:

  • 3 proyectos de crochet en formato PDF
  • 3 encuentros o dinámicas adicionales
  • Soporte y atención en la comunidad privada de Telegram
  • 15% de descuento en todos los hilados Nonalina.
  • 6 meses de acceso a todo el contenido y a la comunidad
  • Toneladas de motivación, inspiración y creatividad.

Cuando te diga cuánto vale todo esto, vas a creer que es una broma.



Es que el CLUB DE CREADORAS cuesta sólo 77 dólares.

 

¿por mes?

No, pero debería.

 

Cuesta 77 dólares por los 6 meses.

 

Es decir, menos de 13 dólares al mes, menos de 0,5 dólares al día, o lo que es lo mismo, $20  pesos uruguayos por día (en esta parte quería ponerte una analogía de esas bien claras, del tipo ¨menos de lo que te cuesta un boleto¨, pero al pensarlo un poco más me di cuenta de que ya no se si queda algo que cueste $20 …)

 

Me imagino que te estarás preguntando porqué es tan barato.

 

¿Porqué te doy 6 meses de contenido por casi el mismo precio que cobro por uno sólo de mis talleres?

 

Y la respuesta es bien simple:

No necesito que te inscribas, pero quiero que lo hagas.

Mi negocio no depende del club, pero se que es uno de los mejores productos que he creado hasta ahora y sólo lo vas a poder confirmar si estás dentro. De afuera sólo vas a poder ver cómo la pasamos de bien las que estemos ahí.

No me cuentes más, ¡me anoto!

¿Tengo que saber crochet para apuntarme?

No, no tenés que saber tejer a crochet, pero lo que sí tenés que saber es que no me voy a sentar a enseñarte ni a sacarte dudas de principiante.

Ya mismo está subido el curso previo que traen todos mis talleres online: Crochet Paso a Paso con el que podés aprender de cero. Entrás ahora, te conseguís una aguja y un poco de hilo y empezás a practicar. El mes que viene te subo el primer proyecto y ahi te largás.

 

Ese curso es muy bueno, y por si solo  ya debería costar lo mismo que los 6 meses de membresía.

De las 1000 alumnas de mis cursos online, unas 700 deben haber aprendido con ese mismo curso. No lo digo yo, lo dicen ellas.

¿Cómo me inscribo?

Haciendo clic en alguno de los 2 botones que están más abajo. En uno pagás en pesos, en el otro, en dólares. El valor es el mismo. Si estás en Uruguay podés optar por pagar en pesos o en dólares con tarjeta de crédito o transferencia bancaria. Si estás en el exterior la única posibilidad es que pagues en dólares con tarjeta de crédito a través de Paypal.

Una vez que se procese tu pago vas a ser dirigida a una página en la que deberás registrate para recibir por correo el usuario y contraseña que luego vas a usar siempre para ingresar al área privada en la que mes a mes iremos subiendo el contenido.

¿Me puedo inscribir en cualquier momento o darme de baja si no quiero seguir?

No y no.

Las inscripciones cierran el 28/3 y en abril arranca todo el grupo junto para  terminar en septiembre con las que empezamos.

Se pagan los 6 meses juntos al principio.

Es decir, si te aburriste y no querés seguir más el contenido, sos libre de hacerlo, pero ya que lo tenés pago, yo te recomiendo que le des una oportunidad.

$3.157

Pagá con tarjeta de crédito desde Uruguay.

Unirme al CLUB DE CREADORAS

USD 77

Pagá con tarjeta de crédito en dólares desde cualquier parte del mundo.

Unirme al CLUB DE CREADORAS

Te resumo todo lo que vas a recibir cuando formes parte del CLUB DE CREADORAS:

 

  • 3 proyectos de crochet en formato PDF
  • 3 encuentros o dinámicas adicionales
  • Soporte y atención en la comunidad privada de Telegram
  • 15% de descuento en todos los hilados Nonalina.
  • 6 meses de acceso a todo el contenido
  • Toneladas de motivación, inspiración y creatividad.

$3.157

Pagá con tarjeta de crédito desde Uruguay.

Unirme al CLUB DE CREADORAS

USD 77

Pagá con tarjeta de crédito en dólares desde cualquier parte del mundo.

Unirme al CLUB DE CREADORAS

Pago seguro con tarjeta de crédito o débito a través de Paypal y Mercado Pago.

Para pagar con transferencia bancaria en pesos uruguayos o dólares a cuenta en BROU, pedime los datos de la cuenta haciendo clic en el botón verde de abajo.

¿TE QUEDARON DUDAS?, ESCRIBIME POR WHATSAPP